Ecos del balón han vuelto porque el fútbol sin ellos está bien, pero no es lo mismo

Ecos del balón han vuelto porque el fútbol sin ellos está bien, pero no es lo mismo
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Igual que la segunda mitad de los noventa fue a mayor velocidad que la primera (en serio, párate a pensarlo y te darás cuenta), en Internet los tiempos se miden de manera distinta. Tienen otro rollo, como los años de los perros, y en el 2.0 un mes no es un mes… es un MES. Es decir, y parafraseando un poquito y sin querer a Lobato: "si parpadeas, te lo pierdes". Y si desapareces de YouTube durante unas semanas, puedes volver y que nosotros ya no estemos ahí.

El galimatías espacio-tiempo anterior, más propio de la sexta temporada de ‘Lost’, es la forma que tenemos de anunciar el regreso de un canal del que anunciamos un cierre (temporal o semi) hace apenas un par de meses. Miguel Quintana y Abel Rojas abandonaban Ecos del balón y el fútbol volvía a convertirse en algo más prosaico y menos retórico. Como le ocurrirá al Barça la próxima temporada sin Iniesta.

Lo contamos en este artículo que englobaba de alguna manera "tots els #valors" que pretendemos destacar en Watmag. Dar el mérito y la importancia que merecen los creadores de Internet, sus pasiones, sus talentos y sus trabajos. Y aunque te llames Abel Rojas o curres en el JotDown del periodismo 2.0, hay que comer.

“Un #DirectoEcos sin Abel Rojas es como un Tottenham sin Eriksen, está bien pero no es lo mismo”

Afortunadamente, y cerrando el círculo temporal, los tempos en YouTube son distintos y Ecos del balón ha regresado con vídeo y un fichaje que lo va a tener un poco difícil para hacer olvidar a sus predecesores (vaya, igual que Coutinho con Iniesta): Adrián Blanco. Un nuevo rostro que cumple el perfil del medio con su juventud, sus conocimientos tácticos y su cara de buena persona (esto último parece un requisito de Ecos).

En la nueva entrega, que sigue la estela y línea editorial que hicieron de Ecos del balón el #must que es hoy en día, Alejandro Arroyo y Adrián Blanco han tenido tiempo para profetizar sobre el Mundial y reflexionar sobre un Barça sin Iniesta (la casualidad). Casi 20 minutos que ya han servido para demostrar la exigencia de su target. A pesar de seguir estando a años luz del ruido que genera la competencia mainstream y clasicona, los fieles añoran a los periodistas ausentes. Como el fútbol hará con Iniesta aunque la Tierra siga girando y el balón continúe sobre el césped.

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