Tras el primer advenimiento de YouTube y la desaparición de los pioneros que decidieron apostar por una plataforma y un modo de producción que no tenía antecedentes, aparecieron los de la segunda generación. Los que se pusieron las batas de forenses y analizaron los motivos de las muertes de los primeros colonos. Ellos llegaron en el momento adecuado, le dieron una vueltita al lugar y supieron economizar todo aquello.
lag. es uno de estos casos de éxito. Una productora que asumió como leitmotiv eso de reírse de uno mismo para tener la libertad de reírse de todo. Por ejemplo, se ríen de conceptos como “youtubers”, “posthumor” o “nativos digitales”, adjetivos que bien podrían definirlos. O no. Aunque en 2013 inauguraron un canal YouTube donde jugar “sin filtros de ningún tipo, con todo tipo de técnicas y (...) para experimentar con el humor”, esto es una empresa que va más allá del medio donde se encuentre.
Siguiendo estos parámetros, o la ausencia de ellos, lo mismo los veías en el mencionado canal de YouTube que en Atresmedia (Flooxer mediante) que haciendo cositas para Vodafone. Y con esta manía que tenemos las personas de comer para no morirnos, fueron dejando de lado la plataforma de vídeos para centrarse en su cartera de clientes.
“¿Te acuerdas de lag.? ¡Ha vuelto! ¡Y en forma de chapa!”
Pero lag. ha vuelto a YouTube. Han vuelto puros y sin cortar. Siguen sin ser “youtubers” (aunque sean “nativos digitales”) y siguen tirando del “posthumor” (aunque les “repugne”). Un estilo cómico que se define por carecer de remates en los gags, aparente ausencia de chistes y finales abruptos.El regreso oficial (el oficioso quizás fue un poco este) se titula ‘La carne no sufre’ y es probable que no haya defraudado a sus seguidores.
Aunque profesionalmente se adapten a las necesidades de los clientes, cuando viajan a YouTube los integrantes de lag. ni pueden ni quieren disimular su estilo cómico favorito. Como tenemos prohibido lo de “posthumor” (joder, he vuelto a decirlo), intentaremos definir este último vídeo como unos tipos que hablan de cosas mientras uno de ellos intenta aparcar y hay un final abrupto. Como este.