¿Cómo tengo que facturar si hago colaboraciones esporádicas fuera de mi trabajo habitual?

¿Cómo tengo que facturar si hago colaboraciones esporádicas fuera de mi trabajo habitual?
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Si no tienes un amigo que te haya hecho la pregunta del titular, o todos son funcionarios o jamás han experimentado la aventura de ser colaborador. ¿Tú tienes dudas? Vamos a despejarlas poco a poco. Imaginemos que trabajas para una empresa, es decir, tienes tu nómina y tu contrato. Pero los tiempos han cambiado, y a veces te piden que impartas una charla u ofrezcas un taller.

También se puede dar el caso de que a un profesional que domine la fotografía o el diseño gráfico, le surja un trabajo esporádico. ¿Qué hacer? Normalmente tras la sensación de alegría o euforia ( a todos nos gusta que nos encarguen trabajos de lo que nos apasiona) viene la bajada en montaña rusa a toda velocidad. ¿Cómo debo facturar si trabajo por cuenta ajena? Gritas con las manos levantadas y casi tirándote del pelo porque nadie te da una respuesta concreta.

Atención, vigila si trabajas en exclusiva para tu empresa

Antes de saber cómo facturar, debes conocer si puedes realizar un trabajo como freelance si trabajas por cuenta ajena. Y eso tiene mucho que ver con el contrato que hayas firmado y sus cláusulas. ¿Les perteneces en exclusiva? ¿No puedes dedicar tu talento más allá de las fronteras de tu empresa? Si es así, lo siento en el alma pero no podrás hacer ningún tipo de colaboración.

Artículo 21.1 del Estatuto de los Trabajadores: «1. No podrá efectuarse la prestación laboral de un trabajador para diversos empresarios cuando se estime concurrencia desleal o cuando se pacte la plena dedicación mediante compensación económica expresa, en los términos que al efecto se convengan».

Calma, calma. Si has revisado tu contrato y no hay ningún problema para ejercer una actividad fuera de tu trabajo, adelante. Entonces está confirmado, eres libre. Eso sí, sigues contratado por una empresa y has realizado una colaboración para un tercero.

Todo va bien, la ley dice que puedes llevar a cabo estos pequeños trabajos. Ahora tendremos que diferenciar entre colaboraciones esporádicas y habituales.

Colaboración esporádica, ese reto...

Por ejemplo: trabajas para una agencia de publicidad y tienes un contrato pero, te han encargado un diseño de un logotipo. Se trata de un conocido y te va a pagar por ello. Es algo puntual. ¿Puedes facturar si hablamos de una colaboración esporádica? Sí, pero has de cumplir estos dos requisitos.

  • Ingresar una cantidad menor al Salario Mínimo Interprofesional (735,90 € / mes).

Una puntualización, ¿habéis oído hablar de que no es necesario facturar si los ingresos son menores a 3000 euros anuales?

Siento ser portadora de malas noticias pero no deja de ser una leyenda con matices. Me explico, el mito dice que se puede facturar sin ser autónomo si no se superan los 3.000 euros anuales. Vamos, que es legal.

Pero no es así, el mito nació por el hecho de que las empresas hacen una declaración anual a Hacienda de proveedores y clientes en el cual se incluyen aquellos NIF/CIF cuya facturación recibida/emitida supera lo 3005,06 euros.

Pero esta declaración del modelo 347 puede ser muy peligrosa: si superas esta cantidad de facturación al mismo cliente, Hacienda será notificada de que estás facturando, por lo que si no estás dado de alta y cumples con los requisitos para ello, pronto tendrás la visita del inspector de Hacienda.

De acuerdo, si emites facturas por debajo de esos importes, Hacienda tendrá difícil detectar tu actividad, pero amigo, que Hacienda "no se entere" no significa que sea legal. ¿Una inspección en la empresa que tiene tu factura acabaría con todo? Sí. Mejor respetemos las reglas del juego para poder dormir tranquilos.

Facturar por debajo de los 3.000€ sin ser autónomo, no es legal. Hacienda puede no enterarse pero no es legal.
  • No realizar la actividad profesional habitualmente.

  • Que la actividad no constituya el sustento principal del autónomo.

Ahora que ya conoces las condiciones, vamos a ver cómo facturar en España. Suspiro. Tienes dos opciones:

  • Darte de alta en una Administración de Hacienda (Hacienda y en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores), con el modelo 037 , presentar impuestos cada trimestre, los resúmenes anuales y liquidar el IRPF y el IVA (autoliquidación del IVA y del IRPF trimestrales y anuales).

  • Facturar a través de una cooperativas de trabajo asociado.

¿Complicado? Eso parece. Pero para rellenar el modelo 037 puedes hacerlo desde caso si posees un certificado digital, y tranquilamente mientras tomas una bebida refrescante cumplir con la ley sin moverte de casa. Aquí encontrarás toda la información. para rellenar este modelo. ¿Se acabó? Tengo que ser realista, no.

La burocracia no es una camino de rosas. Así que te pido un poco de paciencia y vayamos al segundo paso. Sobre todo, si esa colaboración esporádica va de la mano de otras que puedan surgir a lo largo del año por sumas elevadas.

Deberás cumplir con las obligaciones fiscales como si fueras un autónomo. Esto conlleva:

  • Presentar los impuestos cada trimestre, IVA e IRPF.
  • Presentar anualmente modelos, liquidar IVA e IRPF.

No es algo sencillo y puede que te cueste al principio, por eso se ha peleado para que desde el Gobierno faciliten este tipo de situaciones en las que un trabajador no pretende darse de alta como autónomo.

Por ello, se presentó una Proposición de Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo para no acabar con un estado de nervios cada vez que alguien te plantee una colaboración.

En todo caso, contar con la ayuda de un asesor es mucho más fácil que acabar con todos los analgésicos de casa. Sobre todo, si en una de esas colaboraciones cobramos una suma importante. Lo ideal es darse de alta y, acabado el trabajo, darse de baja.

De acuerdo, esto supone tiempo pero evitarás problemas con la Seguridad Social porque estarás cumpliendo con el pago de los recibos vinculados al tiempo que estés dado de alta.

¿Y qué pasa con las cooperativas que tan de moda están?

Las cooperativas aparecieron como un oasis en el desierto. Parecían la solución ideal. Ella se encargarían del trabajo pesado y tú podrías centrarte en tus fotografías, textos, diseños y olvidarte de la burocracia.

El problema ha aparecido porque algunas personas decidieron que la cooperativa podía ser un buen lugar para saltarse el primer paso, ¿recuerdas? Lo de no alcanzar el SMI. Y algunas han sido inspeccionadas y echado la persiana, como Factoo.

La idea de las cooperativas era y es positiva porque ayudaban a personas que como tú, no sabían qué hacer al oír el término ‘habitualidad’ si hacías una colaboración. Porque no, que quede claro ese palabro no queda definido con claridad en ningún lugar.

Así que por ahora, las opciones que hay son las que te he contado, mucho ánimo y que la fuerza te acompañe.

Imagen|Philriley

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