Patricia Castro: Comunismo puro y sin cortar a través de YouTube
¿Quién es...?

Patricia Castro: Comunismo puro y sin cortar a través de YouTube

Igual no es buena idea escribir un perfil sobre ella. Igual no le estamos haciendo un favor. Igual la estamos exponiendo mediáticamente más allá de sus gafas de sol, ya convertidas en marca de la casa. O no. Porque Patricia Castro es impulsiva. O lo parece. Escribe y habla desde las entrañas y la pasión, pero filtrado siempre por el raciocinio que permite su ideología. Esta creadora de opinión, azote de “pollaviejas, machirulos y fachas”, vive en la contradicción de odiar el capitalismo pero temer que en su trabajo encuentren su perfil de Twitter. Y adiós. Entonces, ¿hablamos de Patricia Castro?

“Reclamo el derecho a ser locas del coño”

Quizás es el primer rasgo que asoma de ella. El Twitter de Patricia sangra feminismo en cada letra que escribe. Lo hace desde la ironía, la lucha y el “derecho a ser locas del coño”. No le importa utilizar términos y conceptos como este o el de “feminazis”. Castro se permite decir barbaridades porque luego no le cuesta a pedir perdón. Está tan lejos del mainstream y tan arraigada a lo underground que se lo puede permitir.

Su discurso feminista huye de la pose y lo políticamente correcto. Dice no buscar la doctrina y sí "mostrar sus traumas". La impulsividad también envuelve su militancia, una característica que impregna en todas sus facetas como creadora de opinión. Por eso no es extraño ver cómo publica o anuncia secciones en su canal de YouTube que luego no tienen solución de continuidad. Y aunque estas categorías nazcan muertas o perezosas, al menos tenemos el consuelo que la plataforma de vídeos va a seguir recogiendo las opiniones de Patricia.

"La vida es una parodia"

No tomarse en serio nada no implica no creer en tus ideas. A veces significa quitar el filtro de la solemnidad y la coherencia extrema a aquello que haces. Dejarse llevar por la contradicción parece ser el mantra de Patricia Castro en YouTube, donde lleva poco más de año y medio publicando en un canal plagado de verborrea.

“Hay que utilizar YouTube para expandir el mensaje. Me da mucha rabia entrar a la plataforma y no encontrar contenido. Está muy bien entretener, los tags y que nos contéis vuestra vida. Pero también es necesario dar tu opinión”.

El subtexto de Patricia en YouTube es formar opiniones. O al menos fomentar que despierten sus ideologías (otra cosa es qué pasaría si esos niños a los que apela se convirtieran en “señoros” de derechas). Su actividad en la plataforma es discontinuo y un poco caótico, donde de repente encuentras vídeos de una hora de duración (a Castro le van más los directos) hablando de cine y películas con halo feminista como ‘Lady Bird’ o ‘Carol’.

Cada vez que la Patricia youtuber toca temas más de entretenimiento como el mencionado cine o productos tan mainstream como ‘Operación Triunfo’ o Mediaset (así como ente), lo empapa con un mensaje crítico y político. “No serás tan comunista si ves OT” es el paradigma del tipo de contenido que realiza Patricia Castro en YouTube: lanza una editorial y acaba divagando entre mensajes de izquierdas, soflamas a la gente y ventanas que abre pero no cierra.

Aquí está el gran pero de Patricia Castro como youtuber. Su estilo no contempla el montaje ni el corte. Esta edición junto a su hiperactividad como opinóloga promueve que en ocasiones te salgas de sus vídeos sin acabarlos. Por no hablar de algunas duraciones. Tiene la excusa de que se concibieron como directos, pero hay publicaciones de tres horas de duración donde ríete tú de ‘Boyhood’ o el Ferreras que se marcó con 120 minutos hablando de la situación de Cataluña.

“La revolución es organizar la rabia”

Detrás de esas gafas de sol, la quintaesencia de Patricia Castro como creadora de opinión es transmitir su mensaje comunista. “Me encanta Venezuela, Hugo Chavez, el chándal que lleva, la URSS, la calva de Lennin y Marx, el puto amo”. Comunismo sin cortar, el que posiblemente no podría dar el salto al mainstream como si hicieron Gerardo Tecé o Barbijaputa.

Tal y cómo hace en Twitter, Patricia Castro busca remover algo en el espectador. Hacer click a ese botón que ella cree que cualquier progresista tiene para que su militancia sea más activa y menos el fácil "mimimimi" desde la poltrona de Twitter. Para ello se arma con lo primero que se le pase por su hiperactiva mente, y si tiene que ser contarte los orígenes nazis de Fanta para azotar al Rubius por publicitarla, adelante con la vida.

Sociología, entretenimiento (cine + tv), feminismo, marxismo, anticapitalismo, comunismo y literatura. Los siete puntos cardinales donde se mueve Patricia Castro por YouTube. Sin cortar y sin paliativos.

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