La hipocresía del body positive y la locura de las tallas: Kowai Nana y su crítica a la autoimagen

Body positive. Superación de complejos. Amor hacia tu cuerpo. Aceptación de tus partes menos bonitas. Y así un largo blablabla de conceptos que cada vez están más en las conversaciones entre mujeres, pero que no siempre tienen el calado necesario en las mentes individuales.

Kowai Nana entra de lleno en el tema explorando la raíz del problema: acude a 5 tiendas diferentes para demostrar que el tallaje es una estafa y que por ello no podemos depositar nuestro autoestima en llevar una 36 o una 38.

El momento "por alguna extraña razón esta talla no me entra"

Todas hemos vivido alguna vez la clásica situación de elegir el pantalón que te gusta, en la misma talla de siempre para luego...ver que no te sube la cremallera. Y, en ese momento, en lugar de culpar al sistema de tallaje que parece creado por una lubina, te culpas a ti y a la pizza que te comiste la semana pasada.

Talla 36 en Lefties

Lógicamente, hay situaciones en las que puedes coger un par de kilos y que eso te lleve a no acertar en la talla, pero la realidad mayoritaria es que cada tienda y sus tallas es un mundo aparte. Puedes llevar una 40 en H y M y una 38 en el resto. O viceversa.

Talla 36 en H y M

El momento "yo no tengo esta celulitis"

La luz de muchos probadores es peor que la de cualquier sala de interrogatorios de una película de Antena 3. Probarse un bikini en este contexto puede llevarte a la desesperación de no querer pisar la playa si no tienes en cuenta que tu enemiga es la luz y no tu cuerpo.

La mayoría de las mujeres no somos ángeles de Victoria Secret, básicamente, porque no vivimos de nuestro cuerpo y por lo tanto debemos intentar no caer en este tipo de chantajes. Celulitis tenemos todas y cada cuerpo es diferente. Si no te ves bien probándote ropa de baño en un probador, llévatela a casa y hazte los pases de modelos que necesites con tu espejo y luz natural.

Acepta tus contradicciones respecto a la relación con tu cuerpo

En general el vídeo de Kowai Nana es todo un acto de generosidad. Después de mostrar el resultado del experimento de probarse tallas en diferentes tiendas, Nana explica cómo se ha sentido al respecto y cual es a día de hoy la relación con su cuerpo.

De hecho, reconoce que a pesar de hacer este ejercicio ella es la primera que se flagela cuando no entra en una talla y que se critica hasta la última chicha. Y, personalmente, no me sorprende. Creo que lo que le pasa a Nana nos pasa a todas de algún modo u otro.

Somos hormonas con brazos y piernas que dependiendo del momento del ciclo menstrual en el que nos encontremos nos sentimos Afrodita o una ballena. Porque por mucho que el mensaje "acepta tu cuerpo tal como es porque es funcional y lo importante es tu estado mental" es muy poderoso y verdadero, comulgar con él cada día es muy complicado.

Es más la propia Nana reconoce que aunque cada día se esfuerza por aceptarse, ella misma sigue retocando muchas de sus fotos porque no termina de aceptar ciertos defectos, pero aun así, como sabe qué trascendencia tiene el mensaje que transmites en redes, tiene la valentía de reconocerlo. No solo con el objetivo de creérselo ella misma, sino también en pro a una comunidad que necesita ver que los influencers también son de carne y hueso.

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