La competición entre PewDiePie y T-Series comenzó hace más de siete meses, cuando por primera vez el canal indio se acercaba al número de suscriptores de el youtuber sueco. Con el objetivo de que el canal de PewDiePie se mantuviese como el más seguido del mundo, sus fans comenzaron una campaña de apoyo que ha terminado por vincularse con discursos de odio que Felix Kjellberg rechaza.
"Esto ya no es algo divertido"
PewDiePie pidió ayer a su comunidad que frenase el movimiento "sucribe to PewDiePie" porque había comenzado a desvirtuarse desde hacía un par de meses. Primero, un suscriptor cubrió el monumento que honra la memoria de los soldados de Brooklyn que lucharon en la Segunda Guerra Mundial con la archirepetida frase que pedía suscripciones en masa.
A pesar de que el youtuber se desmarcó de este gesto y pidió disculpas en nombre del suscriptor entregado, el movimiento lejos de perder fuerza continuó ganando más y más. Tanto es así, que en el tiroteo de Nueva Zelanda uno de los homicidas gritó el lema de apoyo "suscribe to PewDiePie" condenando al youtuber a otra polémica. Y aunque Kjellberg volvió a disculparse y a desmarcarse de este tipo de actos, los vídeos que subía jaleando la lucha frente a T-Series no ayudaban a calmar a su comunidad.
Por esta razón el youtuber también justifica sus intenciones a la hora de subir contenido relacionado con T-Series y lamenta que estos vídeos no fuesen recibidos desde la comedia o la ironía ya que su objetivo siempre fue jugar al sarcasmo con este tema. Sin embargo, vídeos como Congratulations donde Kjellberg suelta perlas nivel "para ganar a un sueco se necesitan mil millones de asiáticos" o Bitch Lasagna han motivado a T-Series a presentar el tema en los tribunales. ¿Resultado? Ambos vídeos de PewDiePie han sido bloqueados en la India.
La demanda presentada en la India y el segundo sorpasso de T-Series parecen ser la causa de que PewDiePie abandone esta competición y pida lo mismo a su comunidad. Como si de un conflicto bélico se tratase, Kjellberg insta a su comunidad a retirarse de una vez por todas. Dice estar cansado de que la prensa utilice su figura como youtuber para hablar de nacionalismos o temas políticos relacionados con la xenofobia cuando él "no es una persona racista" e insiste que esta campaña debe terminar porque "ya no es aquel movimiento de apoyo que nació desde el amor, sino que se ha convertido en algo que vincula su nombre y el de su comunidad con actos asquerosos que rechaza".