Un día petas y tomas una decisión: “Me piro de las redes sociales. Hasta nunqui”. Pero entonces caes en la cuenta. Eres creador de contenidos digitales, community manager o redactor de WatMag. No puedes, tú vida laboral no es que esté arraigada en el 2.0, es que es el 2.0. Por mucho que te hayas cansado de pasar media vida en las rrss o incluso seas consciente de un enganche con fines lúdicos, nada importa porque estás atrapado. Y el remedio puede estar en la propia enfermedad.
Vivimos más a través de la pantalla que fuera de ella. Las causas pueden ser muy diversas y estar motivadas hasta por asuntos laborales, pero gran parte de la adicción viene provocada por una patología new age: FOMO. Traducido al castellano, el miedo a perderse algo. Traducido a lo millennial: “me estoy perdiendo los tuits de Aitana, el último vídeo de Wismichu contra Cabronazi y el selfie post-vacacional de Dulceida”.
Aprende este concepto porque cada vez lo vas a escuchar más: desconexión digital
Las aplicaciones y plataformas se han dado cuenta del cambio que han producido en los hábitos sociales de las personas y han comenzado a fomentar lo que ya se conoce como “la desconexión digital”. Aquí no hay traducción necesaria porque está bastante claro: “niño, suelta ya el teléfono móvil”.
It's true. RT @TechCrunch: Code buried in Instagram’s Android app reveals a “Usage Insights” feature that will show users their “time spent” https://t.co/1Lt3DgIFEj
— Kevin S. (@kevin) 16 de mayo de 2018
Las herramientas de control parental han pasado a aplicaciones ideadas para adultos. El Dashboard de Android y el Screen Time de Apple tienen la misma finalidad: notificarnos cuánto tiempo nos hemos pasado utilizando el smartphone (spoiler: demasiado). Bien, los sistemas operativos ya nos están echando un cable, pero…¿y las redes sociales?
Notificaciones, contadores de tiempo... Así nos avisan las redes sociales que nos estamos pasando con el uso del teléfono
Facebook, Instagram, Twitter… Es el triunvirato de los yonkis digitales adultos. A ellos hay que sumar aplicaciones más teens como Snapchat, Musical.ly o plataformas para todos los públicos como YouTube. Sí, estos son los elementos “químicos” que han producido nuestro enganche, pero los adictos somos nosotros y, por tanto, los máximos responsables (no lo olvides).
Para echarnos una mano, en YouTube van a hacer posible consultar cuánto tiempo pasamos en su aplicación y establecer notificaciones para que nos informen que por hoy ya está bien. En Instagram y Facebook también pretenden hacer algo similar con “Tu actividad” y “Tiempo en Facebook”, respectivamente. De hecho, IG había dado ya algún paso al respecto con actualizaciones como las de “Estás al día. Has visto todas las publicaciones nuevas de los últimos 3 días”.
Así reza la propia publicación de Facebook con fecha del 1 de agosto de 2018:
“Desarrollamos estas herramientas basadas en la colaboración e inspiración de destacados expertos y organizaciones de salud mental, académicos, nuestra propia investigación exhaustiva y comentarios de nuestra comunidad. Queremos que el tiempo que la gente pasa en Facebook e Instagram sea intencional, positivo e inspirador. Esperamos que estas herramientas le den a la gente más control sobre el tiempo que pasan en nuestras plataformas y también fomentan las conversaciones entre padres y adolescentes sobre los hábitos en línea que son adecuados para ellos”.
Digna de ovación es TikTok/Musical.ly. La aplicación que más está creciendo entre los más jóvenes tiene, a simple vista (y click), la posibilidad de activar la desconexión digital. Con un código de acceso que tendrás que reestablecer tras 30 días y que se activa cada 2 horas de uso en la app. Que sus límites nos marquen el camino.