Eduardo Casanova aprovechó el 'Chester' de Risto para mostrar al mundo que los millennials no son replicantes

Eduardo Casanova aprovechó el 'Chester' de Risto para mostrar al mundo que los millennials no son replicantes
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No sabemos si los millennials somos la generación más preparada de la historia, la más caprichosa, la más perjudicada por la crisis o la menos comprendida. Pero hay dos cosas irrefutables e inamovibles: siempre será la primera generación nativa digital y la más prejuzgada (hasta que lleguen los Z a la madurez, claro).

El último ‘Chester’ emitido por Cuatro estuvo dedicado a la generación millennial. Un tema tan inabarcable y etéreo que no sabíamos por dónde iba a salir Risto. ¿Entrevistará a youtubers con estudios? ¿Saldrán columnistas con olor a ocre y piel anaranjada de El País diciendo “que si vagos” y no sé qué más? ¿Hemos elegido portavoces y yo no me he enterado? ¡Ah! que uno de los invitados es Eduardo Casanova. Vamos a ello.

“Todas las generaciones tienden a la generalización y a no tener discurso individual, lo que te lleva a estudiar algo que no te interesa nada. Todo porque tu generación lo hace”

Eduardo Casanova revolucionó las redes (chupito cada vez que escribamos esto) con ‘Eat my shit’, un cortometraje que lo petó tanto que se convirtió en su primer largo. ‘Pieles’, a su vez, también triunfó hasta el punto de tener presencia en festivales (Berlín o Málaga) y proporcionar a Casanova una nominación a dirección novel. Para que luego le sigamos llamando Fidel.

Si la conversación tenía que versar sobre las vicisitudes de los millennials, que lo primero que dijera Eduardo Casanova en su presentación fuera “no me encuentro parecidos con la gente de mi generación”, casi provocó un choque frontal contra la premisa inicial del ‘Chester’. Entrevistar a un joven que dejó el colegio a los 12 años para trabajar en ‘Aida’ fue detonante que necesitó Risto para evidenciar que podemos ser millennials, pero no replicantes.

Lo más interesante del ‘Chester’ con Eduardo Casanova fue el encuentro que tuvo el actor con un gamer. Antonio Espinosa apareció en el plató para presentarse y explicar en qué consiste su trabajo. El “juego unas once horas al día” asustó tanto al creador e intérprete que reconoció que no le gustaría que el día de mañana sus hijos le dijeran que les gustaría ser gamers. Casanova, millennial por fuera, viejoven por dentro.

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