En la polaridad con la que impregnamos TODO (política, fútbol, humor, géneros...), nos faltaba lo generacional. En un lado tenemos, por ejemplo, a tertulianos y columnistas de medios conservadores. En el otro punto del ring, los millennials. Los creadores de contenido. Los youtubers. Los viejos tildan a los jóvenes de "ni-nis". Las nuevas generaciones acusan de pollaviejas a los más veteranos. Y entre ambos hay una brecha que no para de crecer y que vemos diariamente en Twitter.
ElRubius y Rosalía, los reyes millennials
Hace bastante tiempo que cierto sector de la prensa (pollavieja o no) escogió a ElRubius como figura icónica con la que representar a los millenials. Aunque a veces (muchas) se intuye un subtexto peyorativo, la elección tiene su lógica. Rubén es emprendedor y tiene una profesión digital con la que se ha hecho rico y famoso. El Jueves, la revista cómica, no ha sido una excepción a la hora de subirse al carro.
Esta lucha generacional que hay en redes sociales donde no hay día en el que no se menosprecie a los millennials y/o a los youtubers ha sido escogida por la revista para vertebrar su último especial: 'Pollaviejas contra millenials'.
Mientras en un bando tenemos al mencionado Rubius escoltado por el nuevo icono Rosalía, en el otro lado tenemos, cómo no, a Pérez-Reverte acompañado de Ana Rosa Quintana y Risto Mejide. Subiéndose a este carro de eterno debate entre generaciones y en la búsqueda de un nicho de mercado que no tiene idea de qué es El Jueves, a la revista se le han visto las costuras.
¿Ya lo tienes? pic.twitter.com/vjdNCaNzXp
— El Jueves (@eljueves) 5 de diciembre de 2018
El número especial de El Jueves, además de la consabida portada con las caricaturas de ElRubius y Rosalía, contiene viñetas en las que busca sumarse a lo que es Twitter todos los días con bromas que etiquetan a los nacidos a partir de 1983 como los únicos haters en redes sociales. Incluso en la página web de la revista hay un test para saber si eres millennial o pollavieja. Nosotros también hemos hecho el cuestionario y el resultado es...bueno. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
